miércoles, 25 de septiembre de 2019

Historia del turismo en los místicos Alpes Suizos

Suiza es un destino turístico desde el siglo XIX, gracias a los poetas y escritores del Romanticismo, y los aficionados a la Naturaleza.

Suiza es un destino turístico desde hace apenas un siglo y medio. Los únicos visitantes que anteriormente se atrevían a pasar por el país eran peregrinos de viaje a Italia o España, comerciantes con sus mulas de carga y algunos naturistas pioneros empeñados en explorar los Alpes, su flora y su fauna.

Hoy el país cuenta con más de 4 500 hoteles con un total de 248 000 camas. Actualmente las pernoctaciones rondan los 36 millones al año. Y el 45% de las pernoctaciones registradas en 2015 corresponden a turistas nacionales.


El Gran Recorrido (Grand Tour)

En el siglo XVIII estuvo de moda entre los jóvenes caballeros ingleses completar su educación viajando por la Europa continental y viendo paisajes y ciudades históricas. El viaje era conocido como el Gran Recorrido.

Uno de los ‘turistas’ más famosos del siglo XVIII fue James Boswell, quien algún tiempo después sería el biógrafo de Samuel Johnson. Suiza formaba parte del Gran Recorrido al ir y volver de Italia.

En el siglo XIX poetas y escritores románticos como Lord Byron, Percy Shelley y su esposa Mary, en el marco de sus viajes a través de Europa, pasaron algún tiempo en la región del Lago Lemán y los Alpes y transformaron lo visto en espléndida poesía. Fue aquí donde Mary Shelley se inspiró para su famosa novela Frankenstein.

La conquista de los Alpes



Los exploradores suizos del siglo XVIII, como Horace-Benedict de Saussure, comenzaron a escalar los Alpes.

Las cumbres del Jungfrau y Faulhorn fueron las primeras alcanzadas en 1811 y 1812, respectivamente; el primer ascenso y trágico descenso del Monte Cervino (Matterhorn, en alemán) tuvo lugar en 1865.


Desde mediados del siglo XIX cima tras cima de los Alpes fue conquistada por los visitantes británicos que fundaron el Club Alpino Suizo (CAS). Esta organización aún existe en la actualidad y mantiene una red de chalets de montaña.


Llegada del turismo colectivo

En realidad el turismo suizo comenzó en 1858 con el empresario británico Thomas Cook, que organizó el primer paquete vacacional por Europa.

Un veraneante precursor en Suiza fue Sir Arthur Conan Doyle, quien al ver la catarata de Reichenbach, cerca de Meiringen, decidió que su héroe Sherlock Holmes desapareciera en ese mismo lugar en la novela El problema final.

Comenzó entonces la construcción de caminos a través de los pasos de montaña y los transportes, especialmente los ferrocarriles, abrieron los Alpes al turismo. La invención de los trenes de cremallera fue concebida para facilitar el ascenso por las laderas más inclinadas. Una necesidad que aprovecharon los constructores de los ferrocarriles suizos.

El final del siglo XIX contempló no sólo la llegada del ferrocarril, sino también de los hoteles , que se esmeraron en satisfacer las necesidades de los turistas.

Este mismo periodo presenció la evolución del arte del cartel para anunciar los destinos turísticos en Suiza, y de esa actividad artística nació la tarjeta postal.


Visitamos la estación de esquí de Saas Fee y mostramos lo que convierte a los Alpes suizos en un lugar único. Click en el video






Tigre abraza a su amigo humano

El hombre conoció al animal cuando éste era pequeño, pero creció, al igual que su amistad, y se volvieron inseparables.


Un tigre de Bengala y Mulan  viven en Malang, Indonesia, y son mejores amigos. Mulan comenzó a cuidar al cachorro de tigre desde hace muchos años. Ahora el animal creció muchísimo, duerme constantemente, juega y "pelean" entre ellos.

El tigre actualmente pesa 178 kg, tiene tres metros de largo y un metro de altura (una verdadera bestia). Por razones de seguridad, tuvieron que instalar barras de metal para separar al tigre de las demás personas.


¿Qué hay detrás de la industria de la moda?

¿Qué hay detrás de la multimillonaria industria de la moda? Es una pregunta que respondemos entre secretos, entre lo no dicho, lo que permanece oculto y no se revela a simple vista. Lo sabemos pero no queremos aceptarlo, nos gusta pensar que esas hermosas zapatillas o el vestido que escogemos llegan ahí gracias a una mágica producción multimillonaria de los grandes corporativos textiles, pero ¿acaso no intuimos qué hay detrás del glamour de los atuendos de marca que portamos?


Desde los años 90, más ONG dejan entrever el mundo que se oculta y que las grandes marcas de ropa no quieren que veamos. Países como Camboya o Bangladesh tienen su principal ingreso en la industria textil, por lo que las empresas se aprovechan para otorgar casi nulos derechos a los trabajadores. Muchos sucesos han desatado controversia en el mundo de la moda, como el polémico cierre de una empresa sin pagar el salario de sus trabajadores por varios meses o el despido de 300 trabajadores camboyanos por participar en protestas para mejores condiciones laborales.

Sin embargo, todo salió a la luz cuando en abril de 2013, ocurrió una de las tragedias mundiales más grandes: El Plaza Rana, que albergaba a muchas marcas de indumentaria, colapsó. Dejó más de mil cien muertos y dos mil heridos que significó una de los episodios más trágicos en la historia de Bangladesh. Este hecho dio a conocer lo que muchos pensábamos que eran mitos para desprestigiar a las compañías más grandes del mundo: las condiciones infrahumanas a las que empleados del tercer mundo deben enfrentarse para llevar dinero a sus hogares.

Muchas marcas con renombre mundial tenían su sede manufacturera en el que, junto Haití, es considerado el país más pobre del mundo. La marca inglesa Primark, por ejemplo, confirmó que en el segundo piso del edificio había un taller de confección de su propiedad y aseguró que ha evaluado los estándares de Bangladesh por años, aunque sin resultados claros. Lowblaw también declaró que una de las fábricas del edificio producía un número pequeño de sus productos, pero otras marcas, de las que han encontrado etiquetas en el piso, permanecen hasta la fecha calladas ante la tragedia del país en el que la industria textil es una pieza angular de su economía.

Desde la ignominia que ocurrió en este país, se han hecho distintos esfuerzos para lograr que las personas abran los ojos y eviten consumir ropa de empresas multinacionales que utilizan un tipo de esclavitud moderna en la manufactura de su ropa. Y es esclavitud moderna porque los trabajadores no tienen un salario digno, seguro médico ni mucho menos condiciones de trabajo estables. Los trabajadores de China, Marruecos, Bangladesh, Honduras, Rumania, Camboya, India y otros países trabajan más de 12 horas diarias por un sueldo que cubre limitadamente sus necesidades básicas. Aquellos que murieron en esta tragedia, no dejaron nada a sus familias, quienes ahora pelean por una indemnización justa por parte de las marcas para las que trabajaban.



Cada vez más personas voltean a ver detrás de las hermosas prendas que anuncian las plazas y tiendas departamentales para lograr buscar un reconocimiento de las normas de seguridad y un trato justo del trabajador. Ismail Ferdous, un fotógrafo que nació en Dhaka en 1989, decidió realizar una protesta a través de sus fotografías. Según dictan las tradiciones de Bangladesh, sus padres querían verlo como un gran contador o banquero, pero Ismail decidió la fotografía. De niño jugaba con una vieja cámara rusa de su padre. Fue hasta los veinte, cuando estaba estudiando negocios en la universidad, que se compró una cámara y comenzó a mostrar su verdadero talento. Se ha convertido en un fotógrafo documental, con problemáticas sociales que aquejan a las personas. 

Él, junto al gobierno de Holanda, busca captar a las personas detrás de esta tragedia, pues considera que no deben ser olvidadas. Llevan las historias de estas personas para responsabilizar a los grandes productores; para que sus voces no queden sepultadas entre los escombros y su tragedia sirva de recuerdo en un mundo donde el consumismo queda cada vez más marcado por las desigualdades mundiales. Un mundo en el que aún en una sociedad tan avanzada, existen diferencias claras entre los que consumen y quienes deben generar lo que los otros no ven.





El proyecto After rana plaza es un esfuerzo fotográfico para llevar a la luz la vida de aquellos que sufrieron el derrumbe de Bangladesh que continúa teniendo un impacto profundo en la vida de muchos pobladores del país. En este proyecto, conjuga fotografías y audios que plasman el testimonio de lo que ocurrió con las familias después del accidente, pues sabe que sólo ellos podrán impactar en la vida del resto del mundo.

Aunque han pasado más de dos años de la tragedia, la industria de la moda ha olvidado lo que ocurrió en el Rana Plaza. Todos menos Ismail Ferdous, un joven que se preocupa por la seguridad de los trabajadores de Bangladesh y el gobierno holandés, quienes siguen nutriendo su cuenta de Instagram con videos de las familias que sufrieron el derrumbe del edificio. Lo que hace pensar que esta red social no sólo sirve para tomar lindas fotos, sino para democratizar y dar a conocer acontecimientos de interés mundial a través de otras vías de comunicación, en las que el bloqueo de los medios y la poca libertad de prensa no interesen.

Después de su proyecto After Rana plaza, Ismail ha hecho otros esfuerzos por mostrar el impacto de la moda en los países pobres. Lo anterior debido a que busca que la sociedad se indigne igual que él, en aras de lograr una compensación justa y digna a aquellos que sufrieron muertes y terribles accidentes en Rana Plaza, antes del proyecto After Rana plaza, realizó otro llamado The cost of fashion, el que se acompaña de crudas fotos del incidente. 


Ismail busca cambiar la manera en la que los trabajadores son contratados, a través de su Acuerdo de incendios y seguridad de las construcciones de Bangladesh, el que con su proyecto fotográfico busca que más compañías firmen. A través de las fotografías, Ismail quiere hacer una diferencia para que todos sepan que Bangladesh no es el único país y que conozcan la realidad que diario viven y diario temen.

Su proyecto más famoso ha sido el de los trabajadores de la industria de la moda pero también realiza proyectos contra el SIDA, cambio climático y violencia contra la mujer. Ganó el premio Alexia en 2012, el Premio Nacional de Fotografía 2014 en Estados Unidos, el World Bank Young Artist, el WHO award entre otros.


La imagen que dio vuelta al mundo

Fotógrafo alemán captó un  extraordinario doble fenómeno: Un arcoíris alineado con un rayo impacta en un avión.


Dos de los fenómenos más espectaculares de la naturaleza se conjugan partiendo el cielo en una columna de luz que además hace contacto con un avión, para añadir un tercer elemento único. Es difícil que se pueda conjugar algo así pero Möbius, fotógrafo profesional, estaba ahí en el aeropuerto con su cámara. Si bien es común que los rayos impacten aviones sin causar daños debido a que suelen contar con medidas de seguridad para que la electricidad no se conduzca y dañe las instalaciones eléctricas, la combinación del fenómeno y la captura fotográfica son sumamente inusuales.
De acuerdo a la revista Scientific American estos eventos son muy comunes con cada plano de la flota comercial de Estados Unidos ya experimenta un rayo al menos una vez al año.

Un paseo por los desiertos de Sudamérica

Decidimos hacer un recorrido por distintos desiertos de la parte sur de nuestro continente, en el que nos encontramos con bellísimos paisajes, que les compartiremos a continuación.

Médanos de Coro - Venezuela


Los Médanos de Coro son formaciones de arena características del relieve del estado Falcon, siendo este parte del sistema Lara-Falcón por sus dunas que sobrepasan los 8 msnm.
Este Parque Nacional preserva el área protegida más cercana al Golfo de Venezuela. Además, preserva un muy vulnerable desierto costero y a su vez una costa llena de Manglares.




Lençois Maranhenses - Brasil


El mágico paisaje arenoso de la costa nororiental de Brasil no es un espejismo. Los peces nadan en las lagunas y las cabras pacen en este mágico paisaje arenoso de Brasil.
Todos los años nacen nuevas lagunas cuando, de enero a junio, las lluvias colman los valles interdunares. Algunas de estas masas de agua temporales superan los 90 metros de largo y alcanzan los 3 metros de profundidad.


Desierto de Atacama - Chile



Lejos de ser inerte, el Desierto de Atacama es una zona abundante en energía, gracias a sus acogedoras culturas ancestrales y a los oasis que son fuente de vida en el desierto más árido del mundo.
Asciende los más de 4.000 metros de altura del altiplano andino para descubrir pequeños poblados que mantienen intactas sus costumbres en medio de extremos escenarios que vale la pena fotografiar.


Desierto de Siloli - Bolivia

Siloli está considerado como uno de los desiertos más áridos del mundo, junto con el de Atacama, y uno de los más altos. Las inexistentes lluvias más los fuertes vientos que azotan la zona convierten esta porción del mundo en una postal estéril y discrepante con otros paisajes de Bolivia que tienen selva. Un territorio inhóspito, con el encanto que generalmente suelen tener los destinos de estas características.


Oasis de Huacanchina - Perú

Es un encantador pueblo construido alrededor de un oasis natural. Está conformado por una colección de resorts y restaurantes alrededor de un lago esmeralda, rodeado de enormes dunas de arena.